martes, 8 de julio de 2008

Cien jóvenes de diversos países participan en la tradicional Ruta del Inca





Durante el trayecto los participantes conocerán las costumbres


de los pueblos ancestrales.




Cien jóvenes de diversos países participan en la tradicional Ruta del Inca, que tiene como finalidad que la Unesco declare como Patrimonio Cultural de la Humanidad a este camino.




Los jóvenes, de entre 17 y 25 años de edad, llegaron al país el pasado miércoles y en una ceremonia ritual de renovación de energías y solicitud por la paz del mundo que se realizó en el Complejo de Ingapirca (en Cañar) fueron declarados Embajadores Culturales por la Asociación Ruta Inca (ARI).




Su misión, a más de caminar desde el 2 de julio anterior desde Ingapirca por todo el territorio ecuatoriano hasta el departamento de Moquegua, en el norte de Perú –donde llegarán en diciembre de este año– es la de difundir todo lo que encontraron en el camino.




Entre la delegación extranjera están diez jóvenes españoles, estudiantes de periodismo, medio ambiente y turismo. Con las banderas de las regiones a las que pertenecen se sumaron el fin de semana a la caminata, que se inició con una ceremonia ritual en el cerro Monjas.




"No solo es un recorrido geográfico por las principales zonas de altura que fueron usadas por los cañaris para ceremonias de agradecimiento, se trata de recuperar el paisaje, la arquitectura, lengua y tradiciones", dijo Andrés Abad, gerente cultural de ARI.




Esta propuesta es para Maite García, estudiante de periodismo de Madrid, apasionante. Compara con su país y la ciudad donde vive y concluye que en la actualidad, en países como el suyo, casi no quedan rezagos de la cultura aborigen, lo que dificulta a los jóvenes saber de dónde vienen y a dónde van.Sara Pesto, estudiante de Ciencias Ambientales de Barcelona, luego de recorrer Ingapirca, Cojitambo y Cuenca, manifestó que es posible lograr el respeto por la naturaleza y los vestigios arqueológicos.




Añadió que "desarrollo no es destruir, de lo que se conserva también se puede sacar tajada".Todos los jóvenes coincidieron en que lo importante de este encuentro cultural es descubrir a la gente.




En ese sentido se pronunció Lilibet Echendía, estudiante de Historia y Gestión Cultural en Piura (Perú), quien señaló que redescubrir el valor de los pueblos llegando a sus casas y compartiendo sus costumbres es lo más importante.Estos y otros jóvenes que llegaron de Chile, Argentina, Brasil, Costa Rica, República Dominicana, Uruguay, Estados Unidos, Venezuela, entre otros países, participaron de la ceremonia del Taita Yacu o Padre Agua, Jesús García, en la cima del cerro Monjas. Allí García pidió, con las manos levantadas hacia los cuatro puntos cardinales, paz, salud y felicidad para todos los pueblos del mundo.




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