MÁS DE 2000 PIURANOS DICEN SÍ A LA VIDA
06 de noviembre (Oficina de Prensa).- Superando las expectativas de participación en el Seminario por la Vida: "Aborto ¿Asesinato o derecho?", realizado en el Auditorio de la Universidad Nacional de Piura, más de 2000 personas provenientes de Piura, Castilla, Sullana y Paita, participaron atentamente de las interesantes conferencias ofrecidas por los especialistas en el tema del Aborto.
Este Seminario que es organizado por la Arquidiócesis de Piura a través de la Oficina de Diaconía para la Justicia y la Paz instruyó a la gran cantidad de jóvenes y adultos desde una mirada objetiva y centrada en la verdad, en el don maravilloso de la vida desde su concepción hasta su fin natural, abordando el tema del aborto desde diversas perspectivas: científica, jurídica y religiosa.
"Un aborto será siempre un hecho sangriento, porque es causar una muerte violenta y directa a un ser humano vivo, en sus primeras horas, días, semanas o meses de vida", manifestó el Doctor en Bioética, Renzo Paccini.
En otro momento el Dr. Paccini aclaró que "Quienes promueven la Píldora del Día Siguiente (AOE) son las mismas personas y organizaciones que promueven la despenalización del aborto en todas sus formas".
La Dra. Janet Ramos, Máster en Derecho Constitucional, detallando los contenidos de las normas internacionales y nacionales expresó: "Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente. La persona humana es sujeto de derecho desde su nacimiento,… la vida humana comienza con la concepción,… y el concebido es sujeto de derecho para todo cuanto le favorece".
Asimismo resaltó "La igualdad exige que todos tengamos el mismo derecho a vivir, derecho que tenemos desde nuestra concepción. La discriminación entre nacido y no nacido es ilegítima e ilegal".
Nuestro Arzobispo Metropolitano y Presidente de la Comisión Episcopal de Familia, Infancia y Vida, Mons. Jose Antonio Eguren, durante este encuentro, se dirigió a la gran concurrencia, desde una mirada de fe, manifestando: "en cada ser humano, en cualquier fase o condición de su vida resplandece un reflejo de la misma realidad de Dios…El amor de Dios no hace distinciones entre el ser humano recién concebido y que se encuentra en el seno materno, y el niño o el joven o el hombre maduro o anciano. Si Dios-Amor no hace distinciones, ¿quiénes somos nosotros para hacerlas y para decidir su fin con el crimen abominable del aborto?...La Iglesia desde sus orígenes siempre ha defendido la vida y ha proclamado su carácter sagrado e inviolable desde su concepción hasta su fin natural...Cuando se trata de defender la vida humana desde la concepción, la Iglesia nunca callará porque Dios mismo se encarnó, se hizo embrión, y al encarnarse ha hecho suya la causa del hombre. La Iglesia en fidelidad a su Señor hace de la persona humana su camino…En definitiva, la vida humana es siempre un bien en sí misma, es siempre digna de ser amada, independientemente de cualquier consideración como inteligencia, belleza, salud, etc., porque ella es siempre reflejo de la misma realidad de Dios, y porque desde su concepción, el ser humano es imagen y semejanza de Dios Uno y Trino, creado por Dios y para Dios".
Al término de su intervención, Monseñor Eguren leyó dos conmovedores testimonios en relación a las dos causales que la Comisión Revisora del Código Penal ha propuesto para la despenalización del aborto: el aborto por violación sexual y el aborto eugenésico. En ambos testimonios destacó como una visión de fe cristiana ayuda a comprender aún más el derecho natural inherente a la vida que tiene toda persona desde su concepción y como el amor y la misericordia dan plenitud a la justicia.
sábado, 7 de noviembre de 2009
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